En dos jornadas intensas se realizó en Buenos Aires el cuarto Salón Vino de Altura. Unas, 4200 personas se acercaron a degustar los sabores de las principales bodegas salteñas en el Hotel Marriot Plaza.
En el encuentro, organizado por el Gobierno de la Provincia de Salta a través del Ministerio de Desarrollo Económico, Ministerio de Turismo y Cultura de la Provincia y la Fundación Prosalta, entidad mixta encargada de promocionar los productos salteños con el objetivo de difundir y fomentar el consumo de vinos salteños a nivel nacional, se reunieron en un mismo espacio 18 bodegas salteñas para dar a conocer su producción y lograr un mayor acercamiento con el consumidor y la prensa local.
También el turismo tuvo su lugar destacado con la promoción de la ruta del vino y de diversos servicios orientados a recibir a quienes desean conocer los paisajes y las bodegas salteñas.
El entusiasmo de los visitantes desbordó las expectativas, superando la ya importante afluencia de público de las ediciones anteriores, quienes además de degustar los productos pudieron adquirirlos en la Boutique del Vino, una réplica de la que funciona actualmente en el Museo de la Vid y el Vino en Cafayate.
Acompañando una importante evolución, las bodegas han decidido agruparse para formar Bodegas de Salta, que reúne a pequeñas y grandes bodegas, representando a una de las regiones con identidad más fuerte.
Además del ingreso de divisas, la industria vitivinícola se asocia y se potencia con el enorme atractivo turístico de la provincia, que atrae visitantes para conocer sus imponente paisajes y disfrutar de una variada y rica oferta gastronómica y hotelera, conociendo y hospedándose en las propias bodegas, realizando actividades típicas de la vitivinicultura y degustando platos tradicionales como la empanada, el locro, los tamales y la humita, o viviendo experiencias únicas como tratamientos de vinoterapia en modernos spa.
Otro singular atractivo de la provincia es el nuevo Museo de la Vid y el Vino en Cafayate, un espacio vivo, pleno de estímulos visuales y sonoros, interactivo y entretenido que contribuye al crecimiento cultural de visitantes de todas las edades.
Las multitudes sedientas hicieron difícil mi visita, pero pude probar Torrontés del año- impresionante el de Porvenir de los Andes-; vinos que rozan el exotismo, como los vertiginosos vinos de Humanao, algunos de nuevas pequeñas bodegas, además de los grande clásicos de Etchart, San Pedro de Yacochuya. El Esteco, Colomé y Domingo Molina.
Sarta, la linda, fascina. A la vista, la nariz y la boca.